miércoles, diciembre 07, 2005

La Tragedia de Cromagnon


Es indudable que el incendio del boliche Cromañon ocurrido en la madrugada del 31 de Diciembre del 2004 golpeo muy fuerte en la Sociedad Argentina, no solo por las victimas del horror, sino por el hecho en si.

Si bien la Sociedad ya venia golpeada por los hechos de Asia, lo que paso en nuestro País hizo paralizar a las personas ante semejante tragedia.

Ante la proximidad de los festejos de Fin de Año no había ganas, nadie estaba dispuesto a festejar nada, no había motivo, se estaba produciendo en si un acto de reflexión interna en cada individuo.

Esta catástrofe levanto muchas voces de repudio, invocando búsqueda y castigo a los responsables, como si ello paliara la importancia de lo ocurrido, como ser:
“El gobierno de la ciudad tiene una directa responsabilidad en la tragedia de Once, dice Gustavo Lazzari de la Fundación Atlas. La justicia deberá investigar con razón la responsabilidad de los propietarios del local y tratar de indagar sobre los autores que encendieron los fuegos artificiales. Pero la responsabilidad del gobierno de la ciudad no puede soslayarse.
El jefe de gobierno Aníbal Ibarra debe renunciar por la irresponsabilidad en la ejecución de los controles que impone la legislación y por sus irresponsables declaraciones posteriores al trágico hecho.
Y se pregunta: ¿porque fallo el poder ejecutivo?
Aníbal Ibarra es el titular del poder ejecutivo de la ciudad, como tal debe ejecutar, llevar a cabo, los controles que sanciona la legislatura porteña……..”

Y el artículo sigue proponiendo como culpables al mencionado funcionario y a la legión de inspectores y jefes de seguridad que se desempeñan en el gobierno porteño, así como que el presidente debiera estar a la altura de las circunstancias.

Para aquellos que quieran profundizar aun más sobre estas expresiones, pueden hacerlo en este link:
www.atlas.org.ar

También no faltaron los que echaron culpas al cuerpo de bomberos, que por cierto son los unicos capacitados para opinar en materia de prevencion contra incendios.

Obviamente que todos tienen derecho a opinar, a sacar su bronca interior, a expresarse. Pero hasta aquí solo se escuchan voces diciendo: donde están los culpables, como si ello fuera el remedio de este y otros males.

A esto me viene en mente un juego que mi buen amigo Joseph Gumbau (Capacitador Español) me enviara, para implementarlo en temas de Capacitación, y se los voy a proponer para ver si comprendemos parte de esta problemática:

"Una joven casada, abandonada por su marido que está absorbido por su trabajo, decide ir a pasar la noche a la casa de su amante que vive en la misma ciudad, al otro lado del río. De madrugada, antes del retorno de su marido, ella quiere volver a casa, pero sobre el puente un loco la amenaza con matarla y le impide pasar. Pide a un barquero que la transporte a la otra orilla con su barca, pero como no tiene dinero para pagarle, el barquero se niega categóricamente. Vuelve a pedir ayuda a su amante, quien se niega sin dar explicaciones. La joven llama a la puerta de su mejor amigo de la infancia, quien tampoco la ayuda porque encuentra su conducta deplorable e inmoral. Entonces ella intenta atravesar el puente a pesar del loco, pero éste la mata". Hasta aquí la historia. Sus personajes, por orden de aparición en el relato son: La JOVEN, El MARIDO, El AMANTE, El LOCO, El BARQUERO y El AMIGO Ahora imagínense por un momento que son jueces y tienen que determinar, por orden de mayor a menor, quién es el más responsable de esta muerte, quién es el segundo, tercero, y así sucesivamente hasta el que crees que lo es menos. Tienes que valorar a los seis, si no es así, no vale. Piensen un poco antes de emitir su veredicto. En esto no hay ningún truco.
Cuando terminen se darán cuenta quien tiene mayor o menor culpa, si es que han hecho un buen análisis.

Pero para quien escribe, lo que mas se rescata son aquellas voces que llevan a una toma de conciencia, a un mea culpa si quieren entenderlo así. Eso es lo mas valioso que podemos considerar, pues sino entraríamos en un gatopardismo que en nuestra sociedad es algo común.

Es indudable que desde la década del 90 nuestra sociedad esta atravesando una crisis de valor, los sociólogos solemos llamar a este tipo de crisis a aquellas cosas (no solo en lo económico pues esto es consecuencia de) que forman la cultura de la sociedad y que están siendo cuestionadas por la población global. A este tipo de crisis no se la puede medir en tiempo, pueden durar años o generaciones, quien sabe.
Lo importante es que se cuestionen, se toque fondo y que surjan otros valores que permita a la sociedad en su conjunto una vida productiva y llena de felicidad.

Una de las tantas meas culpa que pude escuchar fue un artículo del ex embajador Abel Posse que dice:
“La tragedia señala la insoslayable realidad de nuestra caída educativa y cultural. Nos muestra el grado de improvisación y de indisciplina colectiva. El problema esta mas allá de la puerta de emergencia cerrada con cadenas o de la renovación de as inspecciones o de las supuestas responsabilidades de los políticos. Más bien se habla de estos aspectos para omitir la realidad del desbordamiento subcultural que padecemos……
En ese otro mundo, penumbroso y ensordecedor, impulsados por el alcohol y las pastillas de moda, encuentran la exaltación vital que la sociedad diurna no sabe darles. En esa liberación patológica de energía y de afecto fácil encuentran alguna recuperación de la nadería de los estudios sin convicción y ante el escepticismo y las dificultades para acceder al universo del trabajo. Sienten que están en una tierra de nadie. Sobreviven incluso al margen en sus propios hogares. Nadie supo encender en ellos la pasión educativa, la cultura del trabajo o un sentido atractivo de la vida……….
¿Quién hubiera podido contener a esos miles de adolescentes que buscaban el delirio, el desarreglo de todos los sentidos? El empresario del local imploró para que no encendiesen las bengalas y los petardos. Fue insultado. En la Argentina, toda trasgresión parece digna de mérito. Toda llamada a la disciplina parece ejercicio de represión. El permisivismo de Estado (aparentemente una buena cualidad democrática) en el fondo oculta la cobardía del Estado. Para los políticos, desobligarse del mando es una forma de sobrevivir, escabullendo su presencia ante los problemas. Para los padres, desobligarse de la corrección y educación de los hijos es una comodidad que se paga cara. Tal vez es por esto que los padres de los jóvenes muertos y heridos se empeñan en encontrar un chivo emisario que los calme de su hipocresía de renunciantes. Si involucran al jefe de gobierno o al empresario, creen poder aliviar el tremendo dolor de la pérdida. No saben que la culpa pertenece a otro mundo. El dolor es absoluto, intransferible, insuperable. La justicia, entendida como venganza, en nada cambia el absoluto existencial de la muerte. Los padres, en su dolor, reiteran el esquema de exculpación personal y de inculpación de alguien que pueda cubrirlos de la responsabilidad que no supieron asumir ante sus hijos. Pero más allá del problema legal, la llamarada trágica del Cromagnon ilumina la indigencia juvenil y la enfermedad profunda de esta Argentina incapaz de enfrentar con coraje y movilizarse ante la evidencia de su caída educativa, cultural, espiritual”.

Indudablemente A. Posse ahonda en los distintos roles de la sociedad, y para aquellos que quieran profundizar en este artículo pueden encontrarlo en este link:
www.lanacion.com.ar

Zapatillas calientes, remeras sucias (publicado el 05/01/2005)

Resaltando algunas ideas expresadas, me gustaría hacer hincapié en algunos conceptos básicos a tener en cuenta, como ser: El concepto de Transgresión y la valoración que tiene entre los adolescentes la idea de traspasar los propios límites, sea con el alcohol
( Ejemplo los ritos iniciaticos en la pubertad), con las pastillas o con conductas que rompan con las normas establecidas …….. algo así como si el transgresor de estos tiempos, fuese como un tipo piola o un compadrito de otros tiempos, a mayor transgresión, mayor valorización de sus pares.

La falta de introyección de las normas sociales hacen que los jóvenes no tengan conciencia que las mismas responden a un ordenamiento de una sociedad y que a su vez esto se relaciona con el punto anterior, es decir, romper o transgredir las normas es un modo de comunicación con la sociedad.

Y por ultimo, la coima ( u otras formas de corrupción) como una especie de boomerang que siempre vuelve y explota cerca nuestro, es decir, poca conciencia de ambas partes (los que ofrecen y los que reciben) , que esas acciones llevan a que todos estemos frente a un país sumamente vulnerable y frágil. (Ejemplos hay miles. pero uno de los mas recientes, son las inyecciones de hierro).

Los Idolos juegan un papel importante en la vida de los jóvenes y también desde ese rol se les manda información errónea, no basta decir “la pelota no se mancha” o tirarse desde un edificio a una pileta, si lo que se les transmite a los chicos con las actitudes, es un mensaje totalmente distinto a lo que seria una sociedad sana.

También se escucharon voces desde los distintos grupos musicales, incluso los mismos Callejeros y personas vinculadas con el medio.

En este ir y venir de comentarios, me detuve a escuchar a algunos adolescentes que no podían mas que charlar entre si en algunos lugares de encuentro y me sorprendí al ver de que forma les había pegado la tragedia y el nivel de razonamiento que exponían. Algunas frases que rescate y que deberíamos tener en cuenta fueron:
- Que cagada lo que es la droga, algunos pibes fumados se quemaron porque se quedaron inmóviles sin saber que hacer (sic).
- Como están jugando con nosotros los jóvenes, este es un negocio de mierda (sic).
- La gente del gobierno no dieron la cara, el Papa mando una carta con las condolencias y el presidente estaba de vacaciones (sic).
- Que queres, también con la gente inculta que había, eran todos rolingas (sic).
- Tenia que pasar porque no hay nadie que frene los hechos o prevengan las cosas, se cagan en todo y en especial de nosotros (sic).
- Hasta que venga alguien con los huevos puestos y ponga las cosas claras (sic).
- Hace cuanto que los padres no saben que sus hijos se drogan (sic).
- No se si es tan culpa nuestra, sino mas bien de cómo estés criado (sic).

Pero que insólito lo que ocurrió: incendio con innumerables muertes y heridos con secuelas, que en su mayoría gente joven encontró ese destino en un lugar llamado Cromagnon.

No puedo dejar de comentar que Cromagnon (Homo Sapiens Sapiens ) hombres de 23.000 y 25.000 años de antigüedad, tienen los mismos genes del hombre moderno actual (según un reciente estudio llevado a cabo por el Departamento de Biología animal y Genética de la Universidad de Florencia (Italia), o sea que la evolución genética del hombre moderno proviene de estos hombres

Aquellos Cromagnones que tomaron conciencia de lo ocurrido en Once, seguramente tendrán en su haber elementos suficientes para hacer un replanteo suficiente de aquellos valores que hoy día rigen en nuestra cultura y que por sus resultados merecen ser cuestionados.

Y habrá mas Cromagnones (lamentablemente) que harán lo mismo, pero algún día nos pondremos de acuerdo y juntos como sociedad saldremos adelante. Decía Nietzsche: “No hay crecimiento sin sufrimiento”.

Este artículo tiene por finalidad la expresión de un sentimiento y tal vez su lectura ayude a otros a pensar.

En memoria de aquellos Cromagnones de Once que dieron su vida para que podamos parar la mano y reflexionar.

PERDON

Lic. Ismael Andrés Alegre

1 Comments:

At mayo 10, 2013 5:18 a. m., Anonymous SILVIA said...

TERRIBLE LO DE CROMAGNON; LASTIMA QUE NADIE, DESPUES DE CASI 9 A;OS, HAYA HABLADO (PORQUE ES MEJOR SEGUIR BLABLABEANDO) DE LOS VERDADEROS CULPABLES,QUE SON LOS MISMOS QUE DEJARON A SUS BEBES SEMANA TRAS SEMANA EN UN BA;O QUE OFICIABA DE GUARDERIA YA QUE ASI PODIAN IR A BAILAR Y TODO POR 1 PESO LA NOCHE; LOS BEBES SON LOS UNICOS INOCENTES Y LOS VERDADEROS CULPABLES NO SON LOS SE;ALADOS TODO EL TIEMPO

 

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